La expansión del acceso a la tecnología digital e internet ha abierto también en el humor gráfico cubano un terreno para que prolifere y se articule una comunidad de creadores que ponen su arte y su creatividad al servicio de las discusiones más acuciantes de la sociedad cubana actual, trasnacional, diasporizada, pero en constante interacción entre los de “adentro” y los de “afuera”.

El papel del humorismo gráfico y la sátira es consustancial al trabajo de la prensa. El desarrollo de un ecosistema de medios digitales independientes cubanos ha permitido también rescatar al humor gráfico criollo del encierro creativo y el aislamiento al que lo sometió por más de 60 años el control hegemónico de la comunicación por los aparatos del Partido Comunista. Hoy las obras se pueden ver en medios como Diario De Cuba, Periódico Cubano, ADN Cuba, Árbol Invertido y El Toque, entre otros.

A la obra, más individual y con proyección internacional, de algunos creadores más conocidos en el exilio, como Omar Santana, Alen Lauzán, Garrincha, Edel Rodríguez y Ángel Boligán, se han sumado creadores menos conocidos anteriormente y jóvenes, como Mary Esther, Irán, Brady, Fabián, Wimar y Ramsés, cuya obra empieza a circular a veces en forma de caricatura suelta en redes sociales; pero que encarna escenas y reflexiones que dan voz a las demandas cada vez más politizadas y radicales de la sociedad cubana.

Un aporte importante en la articulación de este movimiento lo fue desde 2019 un suplemento de humor gráfico que publicó eltoque.com, llamado Xel2 (“por el dos”) y que sirvió para brindar un espacio exclusivo y coherente para estos creadores, al tiempo que visibilizaba nuevas voces.

Las obras de estos humoristas, por su conexión con los debates más urgentes y su formato de fácil distribución en las redes digitales, se “viralizan” con frecuencia, resumiendo en sus chistes y obras reflexiones políticas que, verbalizadas, suelen alcanzar a muchas menos personas.

Las caricaturas de estos artistas permiten a cientos de ciudadanos que tienen en los “compartidos” de las redes sociales una forma de expresión cada vez más democratizadora, escuchar el eco de su propia voz vibrando en dibujos e ilustraciones. La fuerza que consiguen con sus mensajes les ha puesto inevitablemente en el blanco de la maquinaria represiva, que carece de recursos para contrarrestar la fortaleza visual de los mensajes satíricos que estos artistas sintetizan. Es por eso por lo que, en su arremetida general contra toda expresión libre, los aparatos represivos del Estado cubano persiguen a los humoristas gráficos.

Los chantajes y amenazas de procesamiento judicial llevaron a la desarticulación del proyecto Xel2, pero ya la comunidad de humoristas no está solo en Cuba y hoy su voz es imposible de acallar.

Creemos que las obras de estos artistas del humor gráfico tienen tanto valor expositivo como fortaleza discursiva para hablar de la lucha por la libertad y la democracia del pueblo cubano a la que el arte de sus hijos también sirve.

Fórmese usted su propia opinión.